Araíz del nuevo curso de oratoria para adultos que vamos a realizar desde Trivium el último fin de semana de enero en Madrid, he recordado cuando el pasado junio le pidieron a mi hermana hacer el discurso de graduación de su carrera universitaria. Ella no se había ofrecido y estaba bastante perdida a la hora de dirigirse a una audiencia tan grande y tener que resumir en poco tiempo cuatro largos años. Además, no solo quería que el público no se durmiese, sino que lo considerase digno de ser escuchado. 

Al contrario que yo, ella no había formado parte de los clubes de debate universitarios ni había recibido formación para enfrentarse con más soltura a un reto así. Me pidió ayuda, como siempre, a última hora. Teníamos solamente una semana para desarrollar sus habilidades comunicativas, y no sabía por dónde empezar a transmitirle todo lo necesario para que ella, sus compañeros de carrera y las familias se fueran de allí con un buen sabor de boca. “Apunta”, le dije. “Esto te va a servir también para el mundo laboral en el que ya estás entrando”. Le resumí las

 

1 Capta la atención de tu audiencia. Tendrás que conocer primero quién es el público al que te diriges. No es lo mismo que tus receptores sean el alumnado de 3º de la ESO de un instituto, que un grupo de profesionales al que quieres presentar un nuevo proyecto. Debes conocer quiénes y cómo son, para poder establecer un vínculo y dirigirte a ellos con propiedad. En el caso de mi hermana, la audiencia eran principalmente sus compañeros universitarios, pero también sus familias y el profesorado.

2 Identifica tu mensaje y estructura el discurso. Es esencial saber qué mensaje quieres transmitir y poder resumirlo en una sola frase. Con esto claro, la audiencia agradecerá enormemente que el contenido esté estructurado siguiendo las cinco partes básicas de un discurso y esto permitirá que el vínculo se mantenga:

• Exordio. Es el momento clave para captar esa atención a la que se refería el punto anterior. En el caso de mi hermana, una cita académica de su disciplina que sea emotiva, es una buena introducción para su mensaje. Pero también podría contar una anécdota divertida y graciosa que haya vivido con sus amigos y/o profesores.
• Presentación. Llega la hora de saludar y decir quién eres (sí, ahora, después del exordio, cuando ya tienes puesta la atención sobre ti).
• Tesis y enumeración de tres argumentos. Aquí es donde aparece la frase en la que has resumido el contenido que quieres transmitir, que debe estar apoyada en tres argumentos o puntos destacables. Por ejemplo, “vengo a contaros por qué la universidad me ha cambiado la vida”. En primer lugar, por haber conocido a gente de diversas procedencias y experiencias vitales. En segundo lugar, por aprender a tener disciplina y responsabilidad. Y, por último, por todo lo que me he divertido dentro y fuera de estas paredes.
• Desarrollo. Cada uno de los puntos destacables debe desarrollarse en el mismo orden en el que se han presentado: conocer gente, disciplina y diversión. Tienes que adaptar el contenido de cada punto a la audiencia y procurar que sea lo suficientemente riguroso y emotivo. Hay diversas herramientas de oratoria que se pueden utilizar (razonamiento, desarrollo de premisas, método ARE…) 
• Conclusión y cierre. No puedes irte sin cerrar bien la intervención. Puedes repetir brevemente los argumentos, volver a la anécdota que contaste en el exordio, o combinar ambas opciones. 

3 Utiliza el cuerpo, la mirada y la voz. Es fundamental que mantengas una postura abierta y segura y que hagas contacto visual con la audiencia. Los gestos, la entonación, la velocidad a la que hablas y la expresión facial son varios de los elementos esenciales para que te sientas a gusto y tu público lo note. Esto lo perciben desde los niños hasta los más mayores. Cuantas más herramientas tengas y mejor las domines, más excelente será el resultado.

4 Controla el miedo escénico. Es totalmente normal tener nervios, pero hay maneras de dominar este miedo. La estructuración del contenido y las herramientas de comunicación no verbal y paraverbal ya te van a ayudar a hablar con un aire más relajado. Conocer tus inseguridades y trabajarlas, es esencial para avanzar. Los mejores oradores pueden seguir sintiendo nervios al hablar ante un determinado público, pero eso no empaña su mensaje ni les impide comunicar con confianza lo que desean transmitir. 

5 Recibe feedback y practica. Practicar, practicar y practicar: eso es lo que te permitirá evolucionar y tener una buena comunicación en todos los ámbitos vitales (laboral, académico, familiar, institucional…). Asimismo, tener el feedback de alguien profesional te facilitará tratar de manera personalizada los aspectos que más te cuestan para llegar a transmitir tu mensaje de una manera formidable.

 

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Para aprender más, practicar y tener ese feedback profesional que te llevará a dominar cada una de las claves de este artículo, aún puedes apuntarte al Taller Intensivo de oratoria Trivium que será los días 26 y 27 de enero (viernes por la tarde y sábado por la mañana) en el Espacio DRO de Madrid. Lo imparte Patricia Villoch, nuestra Directora de Formación, experta en oratoria. En este formulario puedes ampliar la información y  reservar tu plaza:

 

https://forms.gle/oDi8ZKUx5RYbXWF66

 

Mi hermana no tuvo tiempo de apuntarse al intensivo de Trivium, pero yo pude ayudarla y el discurso fue de los mejores que he visto. No fueron pocos los alumnos y profesores que se acercaron a felicitarla y agradecerle el discurso tras la ceremonia. No dejes pasar esta oportunidad e inscríbete ya al Taller de oratoria para desarrollar tus herramientas comunicativas.

 

 

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